Por Carolina Baeza
Objetos cotidianos (1999)
Alicia nos enseña algunos de sus trabajos, puedes ver más en su página web www.aliciamoneva.com
Alicia Moneva estudió ciencias biológicas, y durante toda la carrera ya pintaba y dibujaba de forma semiprofesional. Dibujaba sobre todo retratos por encargo, en formato pequeño y casi siempre a grafito. Al terminar la carrera trabajó en el estudio del pintor Rafael Hidalgo de Caviédes, quién le enseñó el lenguaje del color y sobre todo a mirar. Desde entonces ha trabajado siempre al lado de arquitectos, de quienes ha internalizado los conceptos de escala, proporción y equilibrio.
Esta pintora y fotógrafa española, cuyo carácter se basa en las ganas de aprender, considera que lo académico es una herramienta para llegar a expresar, con mayor o menor acierto, lo que busca en cada obra, ya sea pictórica o fotográfica, "hay que saber el oficio para después transformarlo y casi olvidarlo, de esta forma nunca pesará la técnica que la intención de lo representado". Actualmente estudia psicología y filosofía en la UNED, con la convicción de que un incremento del conocimiento siempre da sus frutos en lo creativo. También indaga en disciplinas más técnicas como la edición de video, edición de música y dirección de cine como apoyo en la expresión plástica para futuras exposiciones.
Alicia nos enseña algunos de sus trabajos, puedes ver más en su página web www.aliciamoneva.com
sin libertad/ óleo-
madera/ 100 x 120 cm / 1988
"Este fue uno de los primeros cuadros que pinté ya en serio, cuando tenía claro que me iba a dedicar al arte. Habla de una encrucijada y del momento en el que es imposible tomar una decisión. La percha y la cazadora vaquera representan lo socialmente establecido y el peso que en cada uno de nosotros tiene. Al estar la cazadora vuelta hacia la pared y atada quise representar que cuando “se va contra corriente” en cualquier sociedad establecida por muy liberal que esta sea, siempre hay un momento de imposibilidad de movimiento seguido, en el mejor de los casos, de una ruptura de ataduras con lo establecido".
madera/ 100 x 120 cm / 1988"Este fue uno de los primeros cuadros que pinté ya en serio, cuando tenía claro que me iba a dedicar al arte. Habla de una encrucijada y del momento en el que es imposible tomar una decisión. La percha y la cazadora vaquera representan lo socialmente establecido y el peso que en cada uno de nosotros tiene. Al estar la cazadora vuelta hacia la pared y atada quise representar que cuando “se va contra corriente” en cualquier sociedad establecida por muy liberal que esta sea, siempre hay un momento de imposibilidad de movimiento seguido, en el mejor de los casos, de una ruptura de ataduras con lo establecido".
